viernes, 12 de agosto de 2016


El desarrollo económico





Por Gil Matos
Terminada la segunda guerra mundial y cuantificados los desastres derivados de la misma, las naciones se concentraron en analizar qué tan poderosa militarmente quedaron posterior a este acontecimiento bélico que cambió la historia del mundo. La valoración económica se llevó a cabo cuando se ponderó conjuntamente con el poderío político y militar que correspondió a cada nación, pero la mayor preocupación se concentró en la hegemonía político-militar y eso es lo que explica que inmediatamente se desarrollara la denominada guerra fría.
Otra observación importante es que a lo largo de la historia mundial se han registrado varios fenómenos de crisis económicas, cuyas consecuencias han sido nefastas por las repercusiones mundiales que han tenido y que han impactado de manera negativa en la reorientación de la economia. Sin lugar a dudas, estos acontecimientos de crisis han perturbado los potenciales de desarrollo económico de cada país, aunque de manera indirecta algunos países grandes se han beneficiado al dinamizar sectores estratégicos.
Con los acontecimientos bélicos mundiales y los fenómenos de las crisis se podrían construir diversas ecuaciones para cuantificar y establecer el vínculo que se han producido entre éstas y el desarrollo económico en el mundo. Sin recurrir al análisis complicado se podría arribar algunas inferencias importantes que permiten demostrar que las guerras y las crisis económicas financieras han sido los principales obstáculos para que la sociedad alcance cada vez más un salto al desarrollo, aunque se hayan creado canales de cooperación.
En efecto, los criterios de impulsar el desarrollo económico se basaron en que EEUU asumía el liderazgo político del mundo occidental, implicando que desde 1944, se impulsaron los acuerdos internacionales para promover la cooperación internacional, en las cuestiones comerciales y financieras, para lo cual se ayudó a Europa y se trató de evitar guerras internas en este continente y se asumió el compromiso a defender militarmente a Europa. Para concretizar los mismos, a cambio de las ayudas derivadas del Plan Marshall, USA exigió reformas económicas y concesiones militares a los gobiernos europeos.
Para viabilizar todo el aparataje triangular, militar, político y económico, fue necesario recurrir a las doctrinas económicas de Bretton Woods, 1944, las cuales se sustentaron en  cuatro creencias de los economistas. Por un lado, constituir organismos que facilitaran la cooperación internacional: en la diplomacia la presencia de la ONU, en el sistema monetario internacional el FMI, en cuanto al comercio mundial el GATT y en la reconstrucción económica el BM o BIRD; por otro lado, eran partidarios de las políticas de las  macroeconómicas, fiscales y monetarias, para estabilizar las economías nacionales.
Bajo ese enfoque es que surgen los organismos internacionales para darle forma al interés por el desarrollo económico encubierto en el amparo de la cooperación y la integración internacional. No obstante, el factor político siempre estuvo en primer plano ya que se impulsó la integración europea con dos objetivos fundamentales: en primer lugar para crear una barrera defensiva frente a la amenaza soviética, en tanto, promover la creación del mercado europeo que podría fomentar las exportaciones americanas, pero a su vez, se optaron por los tipos de cambio fijos como mecanismo para favorecer el comercio, pero ajustables ante posibles desequilibrios estructurales de la balanza de pagos. 

Con los criterios de tipos de cambio fijos y la política monetaria autónoma se obligó a imponer controles a los flujos de capital, los cuales crearon mercados financieros divididos.
Como se puede observar, la guerra fría, en el marco del plan Marshall, fue  determinante en el comportamiento de las economías europeas, así como el interés de lograr un ritmo de crecimiento económico lo cual despertó el interés de las causas del rápido dinamismo de éste en Europa, hasta 1973, y por qué desde 1973 se ralentizó el crecimiento económico en esa zona. Pero resulta que el crecimiento económico de Europa fue posible por la mejora de la eficiencia productiva, mediante la innovación tecnológica, ya que el aumento de los factores de producción sólo explicaba el 38% del crecimiento económico de la Europa occidental, durante el período 1947-1973.
Es por tales razones que resulta muy importante analizar a profundidad la evolución de los países para lograr determinar y entender los factores que inducen los cambios que provocan las transformaciones de la estructura productiva, tecnológica, educación, política y social, que es lo que identificamos como desarrollo económico. Otro elemento a considerar es el nivel de ingreso per cápita de los países, entre los que resaltan en los países desarrollados con ingresos per cápita anual, Luxemburgo con US$79,000, Canadá y Australia con USS$44,000, en tanto, que los países de América Latina se destacan Argentina con US$16,000 y Brasil con USS$15,000, a esto se le agrega que las experiencias en países desarrollados indican que estos han invertido más en salud y educación, situación que han colocado a estas sociedades con altos rangos de  progreso económico.


El autor es un Facilitador Comunitario.



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