Foto de archivo, cuando el Cacique fue dado de alta en un centro de salud
Manolo Guevara Diaz
Soberano Digital
ENTREVISTA EN EL LISTIN EN SU ULTIMA ENREVISTA PARA EL LISTIN DIARIO
Era el primer día de abril
de 2016 y Hatuey de Camps corría por la presidencia de la República por primera
vez en su larguísima historia política. Habían pasado 51 años desde su
incursión en la vida nacional y sus pasos eran la referencia inmediata a temas
tan trascendentes para la historia de este país como la reelección
presidencial, o sus intentos reiterados de unidad de los sectores de la
oposición para derrotar al gobernante Partido de la Liberación Dominicana.
Hatuey es el referente,
probablemente como nadie, de armar proyectos políticos partidistas, de engrasar
las maquinarias electorales que se presentan y ganan los comicios.
Sentado sobre esos años
reflexionó en el LISTIN que los gobiernos que le siguieron al expresidente
Joaquín Balaguer, le habían exaltado. “Lo han elevado de rango y de categoría”,
incluidas aquí gestiones presidenciales de su propio partido, el Revolucionario
Dominicano (PRD), del que salió por el intento de reelección de Hipólito Mejía
en 2004.
“Al juzgar a Balaguer,
desgraciadamente, los malos gobernantes que han sucedido lo han ascendido de
rango. Los malos gobernantes que la oposición ha producido, incluyendo a los de
mi partido. Eso es así”, dijo en su última visita al LISTIN, con el traje de
candidato presidencial del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD).
Hatuey fue candidato a la
presidencia de la República
por primera vez en su carrera política en 2016, una vida resaltada por el
principio de no reelección presidencial que aprendió en el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), al lado de José Francisco Peña Gómez.
Lo hizo desde su Partido
Revolucionario Social Demócrata (PRSD), el partido del toro negro, fundado tras
su expulsión del PRD por el expresidente Hipólito Mejía. Esa organización ha
llevado como candidatos a la presidencia a Eduardo Estrella en 2008, recién
salido del Reformista Social Cristiano (PRSC), y al propio Mejía, en el proceso
electoral de 2012.
Joaquín Balaguer fue
declarado por el Congreso Nacional como padre de la democracia dominicana, en
un momento en el que la composición de la matrícula legislativa era claramente
superior al Partido Revolucionario Dominicana (PRD), la organización política
que le adversó históricamente. No hubo gran oposición en los demás partidos que
integraban las cámaras.
De Camps dice que los
errores que ha continuado cometiendo la oposición dominicana le permiten al
doctor Joaquín Balaguer aumentar su figura. En esa última entrevista confesó
haber concluido el libro “Los Carpinteros” de Joaquín Balaguer hacía
poco, donde el expresidente prefabrica personajes para mostrar la intríngulis
de la vida nacional. “Ese libro tiene gran vigencia, tú puedes aplicar muchas
de esas cosas ahora”. Una crítica que le hizo a Joaquín Balaguer es que fue
irresponsable cuando dijo que la corrupción se detenía en su despacho, y además
que muchas veces jugaba con las contradicciones militares.
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